martes, 31 de julio de 2012

I'll be your crying shoulder.

Hoy es uno de esos días en los que te levantas de la cama, pasa algo, y te pones a pensar... Y a mi me ha dado por pensar en lo diferentes que somos. Somos dos personas totalmente distintas, yo soy demasiado llorona, como una niña pequeña, y me enfado por todo. Ella es más fuerte, más indiferente con las cosas (aunque yo sé que sí le importa lo que nos pase, lo que me pase). En fin, qué cosas, con lo parecidas que somos para unas cosas, lo distintas que somos para otras. Y por eso no tenemos una relación sencilla, (no digo que haya relaciones sencillas o que no) es como una montaña rusa. No tenemos termino medio. Somos tan orgullosas las dos que a veces nos pierden las formas, y siempre acabo en la cama, sola y llorando. Recordando que no hace mucho ella estaba en la cama conmigo abrazándome, besándome... Vamos, que soy masoquista porque pensando eso lloro más.
No hay duda de que la adoro, que la amo, que me vuelve loca su mirada, sus gestos... toda ella. Pero sentir todo esto así... tan fuerte, tan... intenso, tiene sus cosas malas. Como todo el dolor que se puede sentir con sólo una palabra mal dicha de esos labios que muero por besar.
Tenemos un carácter fuerte y eso a veces hace que pasemos de la más absoluta felicidad, a una discusión de las buenas. Que, aunque no duremos más de unas horas enfadadas... esas horas son una pesadilla.
La cosa es que no somos unas niñas, ni llevamos poco tiempo para tener una relación tan caótica a veces. Pero bueno, cada relación tiene sus cosas... y yo, aún con todas las cosas malas que pueda tener, adoro la nuestra.



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