martes, 29 de marzo de 2011

Another day goes by.

Levantas la mirada con desanimo, te das cuenta de que sonreír es lo más apropiado en esta situación, pero no puedes. Lo intentas una y otra vez, pero cada vez tienes menos fuerzas para seguir siendo esa marioneta de la vida.
Rompes a llorar, como un río cuando se desborda. Ya no puedes parar. Intentos fracasados de una serenidad desaparecida. Respirar con la intención de calmarte, de pensar una solución que no sea huir. 

Y lo peor es saber que no puedes huir de los recuerdos.



Y si, la primavera la sangre altera.

Ya no somos esos niños pequeños con la ilusión de ser artistas de rock. Ya no cumplimos las normas. Ya no caminamos a la plaza, con la pelota en una mano y en la otra tú, y solo tú.