Nos relacionamos; o al menos algunos pocos tratamos de encontrar el modo de hacerlo. Siempre habrá alguien que te llene más o que simplemente, tenga ese punto característico que le hace especial frente a tus ojos. El problema viene cuando se callan las palabras, y no dejamos salir los sentimientos, por pequeños que sean. Quizás por miedo al rechazo, porque no es el momento, o porque, directamente, no encontramos el valor necesario para hacerlo.
''¿Y si sale mal?'' "¿y si no siente lo mismo?''
Si sale bien o mal, el tiempo es el único que dictará sentencia.
¿Por qué callarnos? Es de cobardes, y de inseguros.
Aunque cueste, aunque os tiemble la voz, decidle a esa persona lo importante que es en vuestra vida. No dejéis pasar la oportunidad porque, quizás, luego sea demasiado tarde. El dejar que se vaya sin ofrecer antes lucha, es realmente una estupidez.
Si quieres a esa persona, lucha.
Porque no hay mayor castigo, ni mayor sufrimiento que echar de menos a una persona que está justo sentada a tu lado.
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