viernes, 24 de febrero de 2012

I'm glad you came.

Hay muchas cosas que no entiendo. Por ejemplo, esa manía que tenemos de estar solos a veces, de aislarnos para que no nos puedan hacer daño, de escuchar canciones tristes y acabar medio depresivos. Sin embargo, otras veces, con escuchar una canción podemos sonreír e incluso ser felices durante algunos minutos; porque te describe, porque sabe más de ti que tú misma. ¿Te das cuenta de que hay más personas que se sienten identificadas con esa canción? No estamos solos en el mundo, muchas personas son como nosotros; pero nos gusta sentirnos solos a veces. Curioso, pero entendible. ¿Quién quiere que un pesado te cuente sus penas cuando ya tienes las tuyas que seguro que son mucho peores? Mejor solo que mal acompañado... O eso dicen. Lo que pasa es que luego siempre necesitamos a alguien, necesitamos mimos, necesitamos socializarnos. Y las penas de los demás nos interesan, ya sea por el puro cotilleo, o porque de verdad quieres ayudar. En el fondo, aunque nos guste estar solos un rato, necesitamos de los demás para sonreír. Pocas veces sonreímos solos.


No hay comentarios: