“Dicen que enamorarse es un acto reflejo, algo que no se puede aprender ni controlar, como el respirar. Yo no creo que sea así. Yo he tenido que aprender a querer a una mujer porque me enamoré de una: aprendí a pasear agarrada a su cintura, a deslizarme en su cama temblando y a tener el doble de ropa interior en mi armario, y lo hice con el mismo miedo y la misma excitación que una niña de 5 años patinando por primera vez en una pista de hielo.''
Eso es lo que siento cuando estoy contigo; siento que creía que sabía muchas cosas y no sé nada. No sabía que podía ser tan grande todo este sentimiento, y lo es. No sabía que mi corazón podía acelerarse tanto solo con tocar tu piel, y lo hace. No sabía que podía sonreír solo con mirarte, y lo hice. No sabía que podía llegar a necesitar tanto a una persona, y te necesito. No sabía que después de verte y pasar unos días contigo iba a querer más, y más, y más, y ahora necesito verte ya. Ahora. Necesito tenerte aquí conmigo, abrazarte y no soltarte nunca. Necesito que me mires sin que me de cuenta, y que me cojas de la mano sin que nadie nos vea. Que me abraces en la cama o que me dejes tu chaqueta porque tengo frío. Necesito besarte. Te necesito mucho más de lo que podía llegar a pensar.
"Tengo que decirte algo, tengo que decírtelo ahora. Te quiero, me he enamorado de ti, y creo que el mundo es un poco menos malo porque tú existes. Siento que quiero pasar contigo... compartir el resto de mi vida y todo eso. Las palpitaciones, los nervios, el sufrimiento, la felicidad y el miedo. Quiero... deseo acariciarte a todas horas y quiero cuidar de ti.''
No hay comentarios:
Publicar un comentario